María, ganadora de 'MasterChef Junior 3', descubre la receta de su éxito

La niña de once años se impuso a sus 15 rivales en la última edición del concurso

Por hola.com

María tiene sólo 11 años pero su amor y pasión por la cocina la ha llevado al podium del programa MasterChef Junior 3. La ganadora de esta edición midió sus habilidades en la final con Lukas, un compañero de 10 años natural de Barcelona que no pudo hacer nada contra los platos que presentó la madrileña. Ella se ha definido a sí misma como “creativa y dicharachera”, cualidades que ha demostrado con creces en el programa, en cuya final la juzgaron, además de los habituales jueces del concurso, Samantha Vallejo-Nágera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, Quique Dacosta y Dani García. Estos valoraron, además del sabor claro, la complejidad y coherencia de su menú final: deconstrucción de milhojas de carabinero, trío de atunes y falso huevo de coco (un postre de Jordi Roca).

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“Estoy muy orgullosa de mí misma porque he conseguido mi sueño y eso me demuestra que si lucho por algo, lo puedo conseguir” dijo la niña en su presentación como flamante ganadora. Ha explicado cuáles fueron sus amuletos para triunfar: un rosario en el bolsillo y la “mucosidad” que le aconsejó que “sacara su madre”, esa es la “esencia” que el sombrerero de Alicia en el país de las maravillas le pide a la niña que recupere en el conocido cuento de Lewis. Así de divertida se expresó María, que dice que, en el futuro, espera “verse bien” en sus estudios, seguir siendo “feliz” y seguir pensando que los sueños se pueden conseguir.

Estos deseos los combinará con las dos profesiones que le llaman la atención, aunque todavía no tiene claro cuál escoger: la de actriz o la de chef, no dice cocinera, porque para ella el término internacional “suena mejor”. Si tiene que escoger una artista, tiene claro que su favorita es la protagonista de Desayuno con diamantes, Audrey Hepburn. ¿Y qué le cocinaría? “Crema de langosta, pescado al horno y una espuma de yogurt con crema de coco”.

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A todo buen chef le gusta comer y ella no es una excepción. Dice que es “comilona hasta morir” y entre los restaurantes a los que quiere ir está el de David Muñoz, DiverXo, su “favorito”. Con María en esta puesta de largo estaba el que ha sido su mentor y jurado durante este tiempo, Pepe Rodríguez, que destacó de ella “su progresión” durante el espacio, una cualidad que valoran mucho, y también la “coherencia” de su menú.

María se presentó a MasterChef Junior con ganas de probar sus habilidades, de “superarse a sí misma” como decía en su presentación inicial. Desvelaba que sus maestros en los fogones habían sido su madre y su padre y esperaba que este espacio la ayudara a “esparcir la creatividad”. Con esos adjetivos tan expresivos que utiliza, aseguraba que le “requetechifla” cocinar y que entrar en el programa era un sueño. Ahora lo ha cumplido llevándose a casa el gran premio que incluye 12.000 euros, un curso en el Basque Culinary Center, que hará en verano, y el trofeo, una pieza que simboliza que a veces los sueños se pueden alcanzar.