Padece un problema de desorden alimenticio pero con el cariño de los suyos está superándolo poco a poco. Marisa Jara, que se ha puesto en manos de los mejores profesionales para solventar su enfermedad, declaró hace unos meses que comenzó a padecer este problema con tan solo 16 años. Ahora, con 35 años, ha regresado a la pasarela y lo ha hecho muy segura de sí misma y con paso firme. Marisa, orgullosa de sus curvas, desfiló para la firma Adela & Viki, creada por la emprendedora Adelan Penedo, en la pasarela de la MFShow Women, en la categoría 'curvies', donde el tallaje de la ropa va de la 40 en adelante.
La modelo sevillana declaró que había sido el desfile más especial de su vida y reivindicó que “la belleza no entiende de tamaños ni de tallas” y que “todo está en la actitud”. Marisa es una mujer real y su gran poder de superación conquistó sobre la pasarela.
En estos difíciles momento, la modelo ha recibido numerosas muestras de cariño y han sido muchos los que han aplaudido su regreso a la pasarela, como Fiona Ferrer. "¿Quién dijo que la talla 36 es la talla que se lleva? Seamos realistas. La moda de verdad no tiene barreras. Guapa por dentro y por fuera sin que una talla signifique nada. Belleza con cabeza", escribió la bloguera de HOLA.com junto a esta imagen las redes sociales.
El regreso de Marisa a las pasarelas coincide con otro gran momento profesional: su éxito como diseñadora de joyas. Además, su corazón late a mil por hora tras retomar su relación con su marido Manuel Vittorio, con quien se casó en 2012. Él le devolvió la ilusión tras separarse de Chente Gómez, del que se divorció en el mes de diciembre de 2011, tras un año y medio de matrimonio. "Siempre que haya amor hay que creer en las segundas oportunidades. Cuando tienes una relación siempre tienes altos y bajos, pero estoy en un momento muy bonito de mi vida", declaró recientemente al programa Corazón de Televisión Española.
Fue a principios de año cuando Marisa confirmó su ruptura con Manuel. “Estoy bien, ha sido cosa de los dos y estamos muy bien”, añadió. Ante la pregunta de si había sido una separación de mutuo acuerdo, Marisa respondió: “Sí, sí, muy bien”. En cuanto a los motivos que les habían llevado a tomar esta decisión, dijo que “el trabajo y la distancia” habían tenido su parte de culpa: “Cuando las cosas no funcionan se terminan, lo mejor es estar cada uno por su lado. Con naturalidad y bien, estamos muy bien”.
Tras siete meses separados, Marisa y Manuel se han dado una segunda oportunidad y, a juzgar por las imágenes que comparten en las redes sociales, siguen tan enamorados como el primer día (o incluso más).
