Como se puede ver en las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, Iker Casillas y Sara Carbonero ya tienen su casa en Oporto, el único ingrediente que les faltaba para hacer de la ciudad portuguesa su nuevo hogar. Lejos quedan las imágenes de la triste despedida del capitán blanco, diciendo adiós entre lágrimas y poniendo así fin a largos meses de rumores, ahora su nueva vida se escribe en portugués. Y es que la familia está cada vez más integrada en su nueva ciudad y hay señales que lo demuestan.
- Ya tienen casa nueva
Nada mejor para adaptarse a un lugar nuevo que una casa. Su nueva residencia, que Sara está decorando a su gusto, tal y como señala la revista ¡HOLA! de esta semana, que muestra imágenes de la vivienda, está próxima a la localidad de Foz - a las afueras de la ciudad de Oporto-. Se trata de un lujoso apartamento que consta de cinco habitaciones, tres baños, piscina privada, cuatro plazas de garaje y una gran terraza de 140 metros cuadrados con vistas al mar. Cerca hay una guardería, a la que podrían haber apuntado a su pequeño Martín para que empiece a ir después del verano.
- La afición, volcada con el futbolista
Con pena y admiración Iker Casillas fue despedido en España por compañeros y aficionados, unos sentimientos que se han transformado en alegría en el Fútbol Club Porto. Durante su presentación, casi 50.000 hinchas blanquiazules se congregaron en el estadio Do Dragao para vivir el estreno del futbolista como nuevo miembro del equipo de Julen Lopetegui. Los medios deportivos cuentan que el equipo ha ganado 45.000 seguidores en Facebook y ha disparado la venta de camisetas con el número 12 tras el fichaje del futbolista, así que el madrileño está de moda y mucho.
- En las redes tamabién arrasan
Un síntoma más de este cariño que le tienen al futbolista y, al que él corresponde, se puede encontrar en las redes sociales. Cada una de sus publicaciones la dedica a contar sus primeras semanas con el equipo, sus sensaciones, sus inquietudes... y estas no dejan de recibir cientos de comentarios y la aprobación de sus incondicionales. Por ejemplo, la presencia de Martín Casillas, de dos años, en el debut extraoficial de su padre con el Oporto en el Estadio do Dragao "gustó" a más de 400.000 seguidores y una imagen que puso de la casa de al lado y sus habitantes, una pareja mayor, recibió más de 164.000 valoraciones y fue recogida incluso por la prensa portuguesa. En su cuenta de Instagram, Iker muestra además los lugares y rincones que va descubriendo, un guiño a sus nuevos "vecinos" que estos no dejan de agradecerle.
No conforme con su trabajo y con explorar Oporto y aunque todavía le pueden quedar muchos años sobre el césped, el jugador ya tiene en marcha otro proyecto, pensando en el día en que cuelgue los guantes. El medio especializado en fútbol, 90 minutos, cuenta que Iker Casillas ha creado una nueva sociedad para representar a otros jugadores, asesorado por su representante Carlos Cutropía. Algún día él será el que guíe la carrera de nuevos talentos. Experiencia tiene de sobra, desde luego.
- La pareja, una máquina de titulares
"Dueña de una belleza impresionante, la española fue el centro de todas las miradas. Siempre con una sonrisa en su rostro y en compañía de su hijo, Sara Carbonero aplaudió a su pareja y demostró que el Porto tiene una nueva seguidora". Así cuenta el medio portugués Noticias ao minuto cómo fue la primera aparición de la periodista como WAG del Oporto, que se encargó de “embellecer el estadio”. Y es que si los medios deportivos de todo el mundo han estado pendientes de los pasos de Iker Casilla, su pareja y su hijo tampoco han pasado desapercibidos. No es habitual ver a la periodista en el campo, pero esta vez no podía faltar.
“No hay duda de que la belleza de Toledo se rindió al Porto y a una ciudad que le ha recibido con cariño”, publica Move Noticias que recuerda cómo fue su traslado a Portugal: “Sara Carbonero no quería perderse este momento de su chico. Después de todo, la periodista ha dejado su carrera en stand by para acompañar a Iker en esta nueva aventura profesional”.
Si Sara Carbonero conquistó –con una llamativa falda blanca de la marca Maje y unas altas sandalias de tacón-, Martín tampoco pasó desapercibido, dado el entusiasmo que mostró en las gradas y es que no paró de aplaudir y de celebrar los primeros pasos de su padre en el campo. “La hermosa periodista se sentó en las gradas con el niño y ambos aplaudieron la "Danza del Dragón", que inició el partido azul y blanco. También aprovechó la oportunidad para tomar algunas fotos a Martín, quien demostró ser inquieto”, publica el mismo medio. Algunas cámaras de televisión del país incluso capturaron un simpático momento en el que se puede ver cómo el hijo del futbolista aplaude con entusiasmo hasta perder el equilibrio.
- Ya ejercen como anfitriones en 'su ciudad'
La periodista ha demostrado en numerosas ocasiones ser una persona muy familiar, unida a los suyos y a su tierra natal, Corral de Almaguer, así que, aunque no hace ni un mes que están en la ciudad portuguesa, las primeras visitas no se han hecho esperar. Ha sido la hermana de la periodista, Irene Carbonero, la primera -que haya dejado constancia en sus redes sociales- en viajar a Oporto para estar con la pareja y su sobrino, al que seguro que echa mucho de menos.
"No hace falta estar mucho tiempo aquí para poder apreciar el aire bohemio de la ciudad, su incuestionable belleza decadente y su ritmo tranquilo (slow life). Algo que me ha conquistado desde el primer minuto", contaba Sara Carbonero en su blog, unas palabras que han sido muy aplaudidas por la prensa lusa y con las que su hermana parece estar de acuerdo, puesto que no se ha resistido a compartir bellas postales de Oporto.
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Sara e Iker ejercen así por primera vez de anfitriones en esta nueva ciudad, en la que aún están descubriendo rincones significativos y por la que Sara ya conduce en un coche con matrícula portuguesa. Ella misma ha escrito en su blog: "La suerte de empezar a vivir en esta ciudad es que aún me queda mucho por hacer, muchos rincones que descubrir... y mucha gente que conocer, porque una ciudad no es nada sin las personas que la pueblan".
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