Rocío, hija de Mariló Montero, y Jaime, hijo de José Manuel Soto, ¿más que amigos?

Él ha puesto en las redes una imagen en la que se les ve juntos en Londres

Por hola.com

La indiscutible belleza de la hija de Carlos Herrera y Mariló Montero, que ha adoptado el nombre artístico de Rocío Crusset, no pasa desapercibida para nadie y ahora podría haber conquistado el corazón de Jaime Soto Parejo, el hijo del cantante José Manuel Soto y primo de la bloguera de HOLA.com Lourdes Montes.

VER GALERÍA

Hasta hace unos meses la joven, que compagina sus estudios de Administración y Dirección de Empresas con la carrera de modelo, salía con otro Jaime, el hijo del fallecido actor José Conde, con el que disfrutaba de viajes y escapadas de ensueño, que la pareja no dudaba en compartir en las redes. Tras poner fin a esa relación, Rocío podría estar viviendo una incipiente ilusión junto a Jaime, al que conoce desde que era una niña y con el que tiene amigos en común Sevilla.

Precisamente ha sido Jaime el que ha puesto en redes una instantánea en la que se les ve juntos en Londres. “De nuevo haciendo gestiones en London. Me la comooooooo @rociocrusset” escribió junto a una imagen en la que se les ve a los dos en Picadilly Circus. Quién sabe si esta amistad que ahora les une se convertirá en algo más.

Hijos ambos de rostros conocidos, Rocío Crusset y Jaime Soto comparten además una firme determinación: labrarse sus propias carreras y ser reconocidos por méritos propios. Estudiante de Periodismo, el primo de Lourdes Montes, de 21 años, debutó el año pasado como cantante, siguiendo de esta forma la estela artística de su padre. Es el hijo menor del conocido intérprete sevillano, fruto de su matrimonio con Pilar Parejo, con la que José Manuel Soto tiene otros dos hijos, Marcos y Rocío. El joven tiene su propio canal en YouTube, donde cuelga sus temas, y ha participado con su padre y sus dos hermanos en el espectáculo “Soto & Family”.

VER GALERÍA

Apasionado del arte, viajero – como queda reflejado en sus redes sociales-, Jaime demuestra tener una vitalidad envidiable que le deja tiempo para desarrollar otra de sus grandes pasiones: el fútbol. Aunque se formó en la cantera del Betis, milita desde septiembre de 2014 en las filas del Cacereño, que juega en Segunda División B.

Rocío por su parte estudia la carrera de Administración y Dirección de Empresas, que compagina con sus trabajos como modelo. Dispuesta a labrarse un futuro independiente, sin contar con el peso de su apellido, está sin embargo muy unida a sus padres, separados desde el año 2011 y con los que pasa todo el tiempo libre que le dejan sus compromisos.