Su boda fue una de las más esperadas del 2004. Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas acaban de cumplir diez años de casados y para celebrarlo reunieron a más de 400 invitados en una gran fiesta de aniversario. A diferencia de su boda, que tuvo lugar en República Dominicana, esta vez el matrimonio ha celebrado su amor en nuestro país, con una gran fiesta al más puro estilo años veinte con un original dress code, números musicales, regalos, románticas parejas en la pista de baile y muchas sorpresas.
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Además con motivo de esta fecha tan especial, los Duques de Anjou han posado con sus tres hijos: Eugenia, de siete años, y los mellizos, Luis y Alfonso, de cuatro, guapísimos con trajes de La Oca Loca. Para la ocasión, Luis Alfonso se decantó por un elegante esmoquin y Margarita por un espectacular diseño de Pronovias. La duquesa de Anjou llevaba la melena suelta y ondulada sobre la espalda, unos pendientes que le regalaron sus padres, la pulsera de pedida que le entregó Luis Alfonso y que perteneció a la Reina Victoria Eugenia y la sortija que le regaló Carmen Martínez-Bordíu por su compromiso.
La finca de las Tenadas, ubicada a escasos kilómetros de Madrid, ha sido el escenario escogido para el gran acontecimiento, que tuvo lugar el pasado sábado, 8 de noviembre. Hasta el lugar de la fiesta se trasladaron los invitados de Luis Alfonso y Margarita. La madre del novio, Carmen Martínez-Bordíu, llegó con su madre, la duquesa de Franco, y su hija, Cynthia Rossi, que vino expresamente de París para asistir a la fiesta de su hermano. Todos los Martínez-Bordíu estaban invitados y acudieron junto con sus parejas y sus hijos. También asistieron muchos amigos y familiares de Margarita, que viajaron expresamente para no perderse esta ocasión tan especial.
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La discreción siempre ha sido un rasgo común en Margarita y Luis Alfonso, quienes, hasta el momento, nunca habían dado una fiesta de estas dimensiones. Pero la ocasión lo merecía. Han pasado diez años desde que se dieron el “sí, quiero” en la pequeña capilla de San Estanislao de Cracovia, una de las más antiguas de la capital dominicana. Al celebrarse fuera de España muchos de sus amigos no pudieron asistir a la boda. Sin embargo, nadie ha faltado a su fiesta de aniversario. Han asistido todos sus conocidos, tanto los que han hecho aquí como los que hicieron en su día en las diferentes ciudades en las que han vivido. El matrimonio estableció su residencia en Madrid en 2010, tras vivir en Venezuela, Miami y Nueva York.
