Su boda estaba prevista en primer momento para principios del mes de junio, pero la aplazó debido a que tenía diversos compromisos. Ahora que han pasado ya unos meses, Adriana Abenia confiesa que le da un poco de “pereza” dar el “sí quiero”, aunque con su novio Sergio Abad las cosas van de maravilla. “En verano no he parado, me he ido al sur, a Zahara de los Atunes, Ibiza, San Sebastián, París… con mi chico que no me deja ni a sol ni sombra” dice entre risas. Con tantas vacaciones, ¿cómo es que no tiene tiempo libre para casarse? Ella responde: “Ahí está la boda, pero ahora en septiembre da una pereza. Me siento ahora un poco obligada a casarme” añade con una sonrisa.
En broma comenta: “¿Y si me largo un día por ahí al juzgado con un anillo y no os enteráis? ¡Pero mi madre me mata!”. Añade que tenía muchas cosas preparadas, pero que ahora no sabe ya ni “cómo será su vestido”. Reitera que los preparativos se harán con calma y que de momento “no hay una fecha fijada”. “Conforme va pasando el tiempo, te entran los nervios, me ha pasado. Lo de para siempre, impone”. Su novio, tal y como dijo en la entrega de los premios Yo Dona, entre carcajadas, “acata lo que ella dice”. Él se ha mudado a Madrid con ella y han comenzado a tener algunos problemas de espacio, tal y como asegura con humor: “Necesito una habitación más, porque tiene mucha ropa, más que yo”.
De momento tampoco piensan en tener niños, porque primero tiene que llegar la boda y además, tal y como comenta, no ha sentido aún el instinto maternal. Con respecto a sus proyectos profesionales, “hay frentes abiertos”, pero aún nada concreto.
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