Espontánea, serena y tan natural como siempre, Tamara Falcó recibe a ¡HOLA! en su apartamento cerca del Retiro madrileño para hablarnos de sus inquietudes, sus desvelos, sus ilusiones y sus nuevos proyectos. La hija de Isabel Preysler acaba de regresar de Miami, donde ha disfrutado de unos días de vacaciones en compañía de su hermano Enrique y de su novia Anna: "También estuvo mi hermana Ana. Fer (Verdasco) se reunió allí con nosotros".
Este verano ha sido muy tranquilo para ella, sin embargo, hace unas semanas volvió a convertirse en noticia cuando se rumoreó que entre ella y Enrique Solís, hijo del marqués de la Motilla y Carmen Tello, había podido surgir algo más que una bonita amistad. Ella se muestra muy clara al respecto. "Hemos mantenido el contacto como dos buenos amigos que somos, pero este verano él ha hecho su vida y yo la mía, Insisto, no hay nada más allá que una excelente amistad. Me cae genial", afirma en una entrevista que encontrará el nuevo número de ¡HOLA! que ya está a la venta.
Abriéndonos su corazón, Tamara, que también desvela que está a punto de lanzar un nuevo proyecto con el que está muy ilusionada y que le permitirá "reflejar con un conjunto de imágenes sus inquietudes, miedos e intereses", asegura que se siente muy agradecida por la vida que tiene y es una "privilegiada" por poder disfrutar de exclusivas fiestas, visitar hoteles de lujo o vestir increíbles vestidos de Alta Costura. "Doy gracias a Dios por ello porque me fascina, pero también tengo otras inquietudes". Como por ejemplo, su gran religiosidad que ya ha demostrado en más de una ocasión: "Lo que necesitamos todos es amor y Dios es amor. Si lo puedo gritar a los cuatro vientos y ayudar, me da igual lo que el resto de las personas piensen de mi".
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