Mientras el resto de tenistas españoles –Fernando Verdasco, Feliciano López, Guillermo García-López, Marcel Granollers, Pablo Andújar o Tommy Robredo- afrontan las competiciones del circuito americano, Rafa Nadal se ha visto obligado a renunciar al US Open, una cita en la que en los últimos años había obtenido muy buenos resultados, debido a la lesión de muñeca que padece. Así que este verano está siendo un tanto complicado para el manacorí, que aunque está disfrutando de más tiempo libre y del periodo estival en España, lo hace con un sabor agridulce pues es un hombre nacido para la competición.
“Entenderéis que es un momento muy duro para mí porque es un torneo que me encanta. No me queda otra que aceptar que no puedo competir este año y como siempre trabajar para que cuando vuelva esté preparado de la mejor manera para competir”, dijo el tenista, que quiso ser él quien comunicara la triste noticia a sus fans a través de las redes sociales.
“No hay mal que por bien no venga”, reza el dicho popular. Así que Rafa Nadal ha encontrado el lado positivo a este tropiezo y está disfrutando de algunos placeres, mientras trabaja duramente en su recuperación. El tenista no se perdió el partido de la Supercopa que esta semana enfrentó a su Real Madrid del alma y el Atlético de Madrid. Cuando James Rodríguez metió el gol, el manacorí disfrutó de lo lindo en el palco del Santiago Bernabeú.
Pero no todo es deporte en su vida, Nadal también pudo estar presente en otro gran espectáculo: uno de los conciertos que Julio Iglesias ofreció en nuestro país. El tenista se desplazó a Alicante para cenar con el cantante y vibrar con su música, además Julio Iglesias destacó “la esperanza, el cariño, la angustia y la fuerza” de Rafa Nadal. “Quería decirte lo que te quiero y lo mucho que te queremos todos los españoles”, declaró entre canción y canción. Una gran verdad a juzgar por los últimos sondeos, como el de Personality Media, que sitúa al balear como el español mejor valorado.
Otro placer del que ha dado buena cuenta es el de surcar las aguas de Ibiza a borde de un yate y rodeado de amigos. El tenista cambió por unos días su Mallorca natal por la isla Pitiusa donde se relajó y desconectó de la rutina de entrenamientos. La que está también disfrutando de esta temporada de Rafa Nadal en España es su pareja, María Francisca Perelló, con la que se ha mostrado compartiendo “días de relax” en compañía de amigos.
Aunque cuente ahora con más tiempo libre, el jugador no se descuida ni en verano y aprovecha estos días para seguir entrenando “siempre con ganas y optimismo”, según sus propias palabras. Con su fuerza y trayectoria, todos esperan que vuelva pronto a los circuitos y enderece así un año que comenzó de la mejor forma posible, alzándose con su primer título en Doha. Y ¿quién sabe? Quizá termine recuperando el número 1 de la clasificación de la ATP.
