Es el vivo ejemplo del poder que tienen hoy las redes sociales. Un matrimonio de Ohio, de familia humilde y padres de sextillizos desde el pasado mes de junio, publicaron en Facebook una fotografía que ha causado sensación en Internet. En la tierna y conmovedora imagen aparecen Rozonno y Mia McGhee con sus pequeños Olivia, Madison, Rozonno Jr, Josiah, Elijah e Isaac. La instantánea de la feliz familia no muestra, sin embargo, las dificultades a las que los orgullosos papás hacen frente para mantener, con un único sueldo, a sus bebés (cambian unos 50 pañales y gastan 30 botellas de leche al día).
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Rozonno y Mia McGhee se casaron a los 18 años en el año 2000 con la ilusión de formar la familia feliz que ellos nunca tuvieron. La madre de Rozonno tenía problemas con las drogas; Mia, por su parte, nunca conoció a su padre y ha sufrido los ingresos en la cárcel de sus hermanos por problemas con la justicia.
Como los hijos no llegaban, la pareja se sometió a un tratamiento de fertilidad y Mia consiguió quedarse embarazada de gemelos. Sin embargo, los bebés murieron poco antes de nacer. Dispuestos a ser padres a toda costa, Rozonno y Mia volvieron a intentarlo, quedándose ella en estado de nuevo, en esta segunda ocasión de sextillizos. Los bebés nacieron sanos, el problema para el matrimonio era llegar a fin de mes sólo con el sueldo de él, que trabaja limpiando alfombras, y las ayudas de familiares y amigos.
Fue entonces cuando el destino, ayudado por el simple gesto de colgar una foto en Facebook, les ayudó a superar sus apuros económicos. La imagen llegó a ojos de la mismísima reina de la televisión en Estados Unidos, Oprah Winfrey, que invitó a los McGhee a su programa. "Vi la foto y dije: 'Tengo que conocerles'" explicó en su programa Oprah, quien les ha hecho una donación de 250.000 dólares (unos 182.000 euros), además de invitarles a pasar su luna de miel en Las Vegas. En la ciudad del juego, además, podrán asistir al espectáculo de Céline Dion, que se encontraba en plató con Oprah ese mismo día. "Hoy es vuestro día de suerte", dijo Winfrey a los McGhee mientras estos intentaban no romper a llorar.
