El Papa se despide de España

Tras otorgar a la Sagrada Familia la categoría de 'basílica' y reunirse con los Reyes, Benedicto XVI ha concluído su visita a nuestro país con un emotivo discurso en el que ha agradecido su generosidad y cariño a todos los españoles

Por hola.com

Tras su visita a Santiago de Compostela, el Santo Padre llegó ayer al aeropuerto de El Prat de Barcelona sobre las 21:00 horas, donde fue recibido por el presidente de la Generalitat, José Montilla, y otras autoridades. Después llegó al Arzobispado de Barcelona donde ha pasado la noche. Para sorpresa de todos, el Papa decidió saltarse el protocolo y salió al balcón del Arzobispado para saludar a todos los presentes que le recibieron entre vítores.

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Casi treinta años después de que Juan Pablo II recorriera en "papamóvil" las calles de Barcelona, miles de personas vuelven a repetir hoy la experiencia de asistir al desplazamiento de este peculiar vehículo por la ciudad con motivo de la visita de Benedicto XVI. A las 9:30, el Pontífice ha llegado a la Sagrada Familia, donde ha saludado a los Reyes de España, con los que ha mantenido un encuentro privado. Don Juan Carlos y doña Sofía, muy elegante con un traje de chaqueta y falda de color blanco, un privilegio del que disfrutan las monarquías católicas, también han recibido al presidente del Congreso, José Bono; al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, quien hace unos días confesó que había animado a los barceloneses a que cuelguen en los balcones la ‘señera’, bandera que representa a Cataluña, para dar una calurosa bienvenida al Papa; y al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en representación del Ejecutivo.

Con toda la zona que rodea la Sagrada Familia blindada, a las 10:00 comenzó la primera gran misa de dedicación de la renovada Iglesia, en la que el cardenal Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha sido el primero en saludar al Pontífice.

La dedicación del templo comenzó con la presentación al Pontífice del agua, tras lo cual el Papa dijo en castellano: "Queridos hermanos, al dedicar a Dios nuestro Señor esta santa iglesia de la Sagrada Familia, supliquémosle que bendiga esta agua, criatura suya, con la cual seremos rociados en señal de penitencia y en recuerdo del bautismo, y con la cual se purificarán los muros y el nuevo altar". Después el Benedicto XVI roció con agua bendita al pueblo y el altar, a la vez que seis sacerdotes rociaron con agua bendita los muros de la iglesia, mientras los presentes cantaron "Pueblo de bautizados". Tras la liturgia de la palabra y la lectura del Evangelio, en esta ocasión de Lucas, y pronunciar la homilía, se ha procedido a la oración de dedicación y se cantarán las letanías de los santos.

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Durante la misa, el Santo Padre ha otorgado a la Sagrada Familia la categoría de Basílica, algo que sólo reciben los templos que tienen un valor especial y que tienen bajo sus bóvedas un tesoro espiritual y sagrado. En su discurso, el Papa hizo referencia a "la dignidad y el valor primordial" del matrimonio y la familia, a la que ha calificado de "esperanza de la humanidad, en la que la vida encuentra acogida, desde su concepción a su declive natural". Además, el Pontífice expresó su "enorme gozo" por haber consagrado la obra cumbre del arquitecto Antoni Gaudí, dedicada a la Familia de Nazaret: "El Hijo del Altísimo en el silencio del hogar de Nazaret nos ha enseñado sin palabras, la dignidad y el valor primordial del matrimonio y la familia, esperanza de la humanidad, en la que la vida encuentra acogida, desde su concepción a su declive natural", afirmó. En referencia a Gaudí, cuyo proceso de beatificación está en marcha, el Papa ha dicho que "inspirado por el ardor de su fe cristiana", logró convertir el templo de la Sagrada Familia en una alabanza a Dios hecha en piedra.

Esta ceremonia, al igual que el posterior rezo del Ángelus que el Papa pronunció en la fachada del Nacimiento del Templo, la han seguido desde el exterior por 36.000 personas invitadas en una zona acotada, así como por los miles de ciudadanos que se concentraron en las inmediaciones. De hecho, la organización dispuso 45 pantallas en el interior del Templo y al menos otras 22 en el exterior para que los fieles pudieran seguir el desarrollo de la ceremonia religiosa.

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Con una hora de retraso de la hora prevista, Benedicto XVI regresó al Arzobispado a las 13:45 para mantener un almuerzo privado con más de un centenar de obispos, arzobispos y cardenales. Aunque se desconocen los detalles del almuerzo del Santo Padre, lo que sí se sabe es que el menú estuvo compuesto por productos catalanes típicos. Además, la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona ha elaborado una tradicional mona de chocolate de la Sagrada Familia que acompañará los postres. Han sido casi 250 horas de trabajo para realizar una pieza única que ha sido esculpida y modelada con 50 kilos de chocolate macizo que se ha elaborado en el obrador de la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona, con una base de 70 por 70 centímetros y una altura de 1,20 metros.

A las 17:00, el Santo Padre visitó la obra benéfico-social 'Nen Dèu', que asiste a niños con síndrome de Down, y bendijo la primera piedra de una nueva residencia que esta entidad abrirá en el municipio de Tiana (Barcelona). A su llegada, el Papa recibió una calurosa bienvenida y comprobó de primera mano el cariño que le brindaron todas las personas que colaboran en esta obra. Tras el discurso de la Madre Superiora, varios alumnos del centro han leído unas emotivas palabras que han escrito especialmente para el Pontífice.

Tras este encuentro lleno de emociones, el Papa llegó a las 18:30 al aeropuerto de El Prat de Barcelona, donde le esperaban los Reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que acababa de llegar de su viaje sorpresa a Afganistán donde ha visitado a las tropas españolas. Durante esta ceremonia oficial de despedida tanto don Juan Carlos como el Santo Padre ofrecieron sus últimos discursos antes de que su avión partiera de regreso a Roma.

"Gracias de todo corazón por vuestra visita a Santiago de Compostela y Barcelona. Nos habéis vuelto a expresar vuestra amistad, cariño y afecto y, tanto la Reina como yo, queremos agradeceros la generosidad que habéis mostrado hacia España. Han sido dos jornadas especialmente gratas y llenas de emociones. En ambas ciudades nos habéis colmado con palabras de fraternidad y solidaridad y, sin duda, ni Santiago ni Barcelona olvidarán esta visita. Os esperamos el próximo mes de agosto. Hasta pronto, su Santidad", declaraba el Rey don Juan Carlos durante su discurso.

Por su parte, el Santo Padre le devolvió las palabras de agradecimiento y destacó las muestras de cariño que ha recibido por parte de todos los ciudadanos españoles: "Agradezco vivamente a todos las continuas y delicadas atenciones que han tenido en estos días con el Papa, y que ponen de relieve el carácter hospitalario y acogedor de las gentes de estas tierras, tan cercanas a mi corazón". Así se ha despedido Benedicto XVI de España, aunque no ha querido irse sin recordar que: "Nos veremos el próximo año en Madrid para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud". 

Tras una intensa visita de dos días a nuestro país, el avión del papa ha despegado sobre las 19:30 horas y su llegada a Roma está prevista para las 21:00 horas.