Sólo y herido en una pequeña repisa a 6.300 metros de altura. Así se encuentra desde hace seis días el alpinista español Óscar Pérez, en la arista noroeste de Latok II, en el Karakorum de Pakistán, a la espera de que lleguen los equipos de rescate.
Ayer un guía estadounidense, Fabricio Zangrilli, que se ha ofrecido voluntario, fue en helicóptero junto a Álvaro Novellón, compañero de cordada de Óscar en esta expedición, y sobrevolaron la zona en la que le vieron por última vez, pero tuvieron que regresar, ya que no pudieron acercarse a la pared ni pudieron verle debido al viento.“Sé que Óscar ha podido escuchar el ruido del aparato y que eso le va a permitir aguantar más tiempo”, dijo Álvaro. Después, Fabricio y él iniciaron el ascenso cargados de medicamentos y comida por una vía que les llevará hasta él, pero, si no hay ninguna complicación, tardarán cerca de un día y medio en llegar en escalar los 700 metros que los separan.
El Club Peña Guara de Hueca, al que pertenecen Óscar y Álvaro, se encarga de organizar las labores de rescate desde España y en Pakistán el ex director del programa Al filo de lo imposible, Sebastián Álvaro, y dos militares españoles.
Otros dos alpinistas estadounidenses se han sumado a la las labores de salvamento y volverán a sobrevolar sobre la zona acompañados por dos porteadores y después, equiparán el itinerario con cuerdas fijas para facilitar la retirada, además, cambiarán la ubicación del campamento base para acercarlo más a la pared.
También han puesto rumbo a Pakistán cinco alpinistas españoles: Simón Elias, Daniel Ascaso, Jonatan Larrañaga, Jordi Corominas y Jordi Tosas, del club Peña Guara, que han estado este verano en los Alpes, con lo cual ya están aclimatados a la altura. El ejército del país les empezará a equipar una ruta mañana, para que comiencen el ascenso lo antes posible.
Por las características de la zona en la que se encuentra, es imposible realizar un rescate aéreo y es complicada la evacuación, ya que hasta allí no se accede caminando, sino escalando, aunque si consiguen trasladarlo a alguna zona accesible de la arista, quizá si podrían bajarlo en helicóptero y evitar así el duro descenso hasta el campamento base más próximo en su estado.
Una pesadilla a más de 6.000 metros de altura Todo comenzó cuando el pasado domingo el club Peña Guara recibió una llamada desde el campo base de Latok en la que Álvaro les comunicó la terrible noticia de que Óscar se había roto una pierna y tal vez una mano, mientras intentaba escalar el Latok II. Dice que intentó bajarlo por todos los medios, pero al no poder, tuvo que dejarlo allí en un vivac con provisiones para varios días, para ir a pedir ayuda. La gente que lo conoce y sus compañeros de escalada aseguran que es una persona muy fuerte y que posee una gran serenidad, algo imprescindible en una situación como esta.
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