La tragedia de Elisabeth: 24 años secuestrada por su padre con quién tuvo 7 hijos

Las autoridades austríacas han detenido a Josef Fritzl, acusado de haber mantenido a su hija en un zulo en el sótano de su casa desde los dieciocho años. Padre e hija han tenido siete hijos de los que viven seis

Por hola.com

Nada hacía sospechar a los vecinos de la localidad austríaca de Amstetten (al oeste de Viena) que su vecino Josef Fritzl, ingeniero retirado de 73 años, llevaba tan espeluznate doble vida. Fritzl vivía con su esposa, Rosemarie, y tres hijos adoptados en una casa de la zona residencial. Había tenido su propia empresa y ahora estaba retirado. El matrimonio tuvo una hija, Elisabeth, de la que aseguraban que se había unido a una secta religiosa cuando tenía 18 años.

Esta era la versión oficial y de la que nadie tenía ninguna duda. La realidad se descubrió ayer domingo por casualidad y resulta inhumananmente cruel. Joseph secuestró a su propia hija Elisabeth cuando tenía 18 años y, según Franz Polzer, jefe de la policía que hasta ahora ha ejercido de portavoz policial, ha declarado que fue violada por primera vez por su padre a los once años. A los dieciocho años fue secuestrada y vivía desde entonces esposada. Ahora tiene cuarenta y dos y ha pasado estos veinticuatro años de su vida secuestrada en un zulo escondido en un sótano a escasos metros de la casa familiar. Polzer asegura que aparenta veinte años más de los que tiene. El padre la sometió a violaciones y ha dado a luz a siete hijos de los que su padre es el progenitor.

Tres de los chicos, de 19, 18 y 5 años, han vivido siempre en el sótano de no más de ochenta metros que Fritzl acondicionó. Al igual que Elizabeth, jamás han salido del sótano y hasta ayer que fueron liberados no habían visto la luz natural. Otros tres, eran los niños que Joseph y su esposa Rosemarie decían que habían adoptado. Iban al colegio y, según los vecinos, hacían vida norma. El séptimo es gemelo del nacido en 1996, murió tres días después de su nacimiento y Elizabeth ha confesado a las autoridades austríacas que su padre quemó el cadáver en el horno que está en el jardín trasero de su casa.

La verdad se destapó ayer, como decíamos, por casualidad. Kerstin, de 19 años, una de los seis hijos-nieto que vivían ocultos con la madre fue internada en un hospital local y los médicos le detectaron una grave enfermedad genética típica del incesto.

El aviso a las autoridades fue inmediato. Fritzl se encuentra detenido en comisaría a la espera de ser trasladado al Tribunal Regional para declarar ante el juez, según ha informado Franz Polzer, comandante de la policía del Estado federado de Baja Austria.

¿Y la madre?
Elisabeth y tres de sus hijos vivían en no más de ochenta metros divididos en cuatro estancias y con techos que no sobrepasaban 1,70 de altura. La policía ha distribuido fotografías del zulo tramado por Fritzl y aunque él ha confesado la duda ahora es ¿Y la madre? ¿Acaso no sabía Rosemarie lo que sucedía en el piso inferior de su casa? El detenido asegura que su esposa, de 66 años, no tenía ni idea de la tragedia familiar que se vivía en el sótano ni de que les alimentaba ni de que les vestía. Tampoco se enteró de los seis partos que tuvo su hija a dos niveles de su vivienda ni de que los tres hijos que había ‘adpotado’ eran fruto de las violaciones de su marido a su hija.