Paris Hilton demanda a una página web por subastar sus objetos más personales

Historiales médicos, más de 200 vídeos, 25.000 fotografías de sus noches más salvajes, cientos de teléfonos de famosos como Donald Trump o Chelsea Clinton...

Por hola.com

La polifacéticas hermanas Hilton vuelven a ser noticia, y no porque hayan sido las "reinas" de alguna fiesta, ni porque Paris esté rodando una película, The Hottie and the Nottie, sino porque han demandado a la página web ParisExposed.com por exponer y subastar sus pertenencias personales. Desde sus historiales médicos, diarios, fotos de su infancia, su pasaporte, hasta 250 vídeos personales, como uno en el que se ve a Paris Hilton en una bañera, 25.000 fotografías de sus noches más salvajes y cientos de teléfonos de famosos (Donald Trump, Chelsea Clinton, Christina Aguilera...). Por menos de 40 dólares cualquier internauta puede irrumpir en la intimidad de las famosas herederas e incluso comprar sus pertenencias.

Estos objetos estaban en un almacén de 560 metros cuadrados que Paris Hilton había alquilado por un periodo de dos años, tras mudarse de la casa de Los Ángeles en la que vivía con su hermana Nicky. Cuando se venció el plazo de alquiler Paris no pagó los 160 euros para renovar el alquiler, y seguro que no fue por falta de fondos, sino por un despiste que al final le ha salido muy caro. Los objetos más personales de estas las polémicas hermanas pasaron a formar parte del depósito y fueron compradas por 2.775 dólares por Nabil y Nabila Haniss, que a su vez, se los vendieron al empresario Bardia Persa, creador de la web que los subasta, por 10 millones de dólares.

Paris ha interpuesto una demanda federal a las tres personas que han adquirido sus enseres, en la que solicita el cierre inmediato de este portal de internet. Además afirma que la compañía de mudanzas debería haberle pagado el depósito. "Me siento muy consternada al saber que la gente está explotando mis pertenencias personales y las de mi hermana". Por su parte, los abogados de la cantante y actriz consideran que es "una de las mayores invasiones a la intimidad que se habían cometido nunca".